Que Dios es el Rey Eterno, Creador pre-existente de los cielos y la tierra. Él es un Espíritu inmutable, perfecto en santidad, sabiduría, bondad, justicia, poder y amor. Es un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, iguales en esencia, poder y gloria.

Que el reino de Dios es eterno. Desde su trono Dios creó, mantiene y gobierna todo lo que existe.

Que Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, varón, y mujer, para mantener una relación con Él y para gobernar sobre la tierra.

Que bajo la tentación de satanás los seres humanos originales cayeron de la gracia de Dios cuando le desobedecieron, trayendo pecado, enfermedad y el juicio de muerte a la raza humana.

Que, por medio del pecado original de Adán y Eva, satanás y sus huestes de maldad obtuvieron potestad sobre la creación en la tierra.

Que la creación ahora experimenta las consecuencias y los efectos del pecado original del ser humano. Los seres humanos nacen en pecado, son sujetos al juicio de la muerte y cáusticos del reino de satanás: un reino de tinieblas.

Que Dios jamás abandonó Su dominio sobre la tierra, manteniendo El mismo por su Providencia Divina. Para traer redención a la humanidad y restauración a la tierra, Dios establece pactos por los cuales reveló Su gracias a una humanidad pecaminosa.

Que, por medio de su pacto con abraham y su descendencia, Dios prometio libertad del la esclavitud del pecado y bendicion a las naciones.

Que, una vez llegado el cumplimiento del tiempo, Dios honró Sus pactos y promesas de salvación enviando a Su Hijo para que redimiese a los que estaban bajo la ley del pecado y de la muerte, a fin de que recibieron la adopción como hijos.

Que Su Higo Eterno, Dios verdadero, en Su encarnacion llamado Jesus, fue concebido por el Epiritu Santo y nacio de la virgen Maria El es verdadero Dios y verdadero Hombre en una sola persona. Aunque jamás pecó, entregó su vida en la cruz del Calvario como sacrificio en sustitución por los pecados de la humanidad y resucitó al tercer día.

Que Cristo venció el pecado y la muerte y derrotó a santas y a sus huestes de maldad. Ascendió a los cielos donde está sentado a la diestra de Dios Padre y reina sobre el universo.

Que el Espíritu Santo es Dios, que procede del Padre y del Higo y que juntamente con Dios Padre y Dios Higo es adorado y glorificado.

Que a partir del día de Pentecostés el Espíritu Santo fue y es derramado sobre los creyentes, dando cumplimiento a la promesa que recibirán poder para ser testigos, bautizando así a los creyentes en Su propio ser y liberando Sus dones en ellos.

En la llenura y capacitación del Espíritu Santo, en Su ministerio actual, En Sus dones, fruto y poder, así como en Su plenitud manifestada en la vida de cada creyente.

En el sacerdocio de cada creyente. Que la Biblia es la obra del Espíritu Santo, quien inspiró a autores humanos a escribirla; infalible en su esencia. Aceptamos los sesenta y seis libros del Antiguo y Nuevo Testamento como nuestra autoridad final y absoluta en cuestiones de la de y la práctica de la vida cristiana.

Que el sistema de este mundo está bajo el poderío de satanás, quien lo manipula para esclavizar a la humanidad.

Que todos los seres humanos son pecadores por naturaleza y consecuentemente están separados de Dios y bajo Su juicio.

Que la aceptación del Evangelio de Jesús y Su Reino, qué significa creer en la Persona y obra de Jesucristo por medio del Espíritu Santo, es el único camino por el cual Dios justifica, regenera, adopta y santifica a todos aquellos que se arrepienten de sus pecados y confían en Jesús como Salvador y Señor.

En una sola Iglesia, santa y universal. Todos los que se arrepientan de sus pecados, confiesan que Jesucristo por medio del Espíritu Santo, es el único camino por el cual Dios justifica, regenera, adopta y santifica a todos aquellos que se arrepienten de sus pecados y confían en Jesús como Salvador y Señor.

En una sola Iglesia, santa y universal. Todos los que se arrepientan de sus pecados, confiesan que Jesucristo es su Señor y Salvador y viven por fe en obediencia a Él, forman el Cuerpo de Cristo, del cual Él es la Cabeza y Sus discípulos, los miembros.

En el bautismo en agua, el cual practicamos por inmersión y en la celebración de la Cena del Señor por parte de los creyentes.

En la manifestación y extensión del Reino de Dios sobre toda la creación.

Que Jesús vendrá de nuevo a la tierra, como lo prometió.

En la resurrección de los muertos, los seguidores de Jesús para vida eterna y los otros para condensación.

Que una vez que toda la creación haya sido puesta bajo el dominio de Jesus, El mismo entregara todo al Padre para que El sea todo en todos. El reinará sobre un nuevo cielo y una nueva tierra en los cuales será adorado para siempre.